Identidad Social
La Psicología Social es la rama de la psicología que estudia cómo las relaciones e interacciones sociales influyen en la conducta humana. Tanto la mente como la psicología social es bastante amplia y resulta interesante y maravillosa para muchos científicos y estudiantes; por lo que se han analizado las conductas individuales y grupales. Pero en realidad, ¿cómo las relaciones sociales influyen en la conducta?
El objetivo de este escrito es comprender la identidad social, el autoconcepto que se produce a lo largo de la vida, entender los estereotipos y prejuicios sociales. Con herramientas educativas, curso de psicología social, y personales, introspección, se busca comprobar que las relaciones sociales y todo el entorno social son la base de cómo nos percibimos a nosotros mismos, los roles que tomamos en diferentes grupos sociales y a la vez, las acciones repetitivas e inconscientes que generan la cultura.
En 1992 se publicó la obra “Opinión Pública” de Walter Lippman, en la cual se utilizó por primera vez en la literatura el término “estereotipo”. Los estereotipos, de acuerdo con Adrián Triglia (2018), “son creencias que afectan a nuestra percepción de un grupo o colectivo concreto” y son parte consciente e inconsciente de nuestras vidas. Algunos ejemplos de estereotipos que ya se normalizaron en la sociedad pueden ser: “las mujeres no saben conducir”, “los guatemaltecos son vulgares”, “los adolescentes son de cristal”, “los hombres no lloran”, “los universitarios no tienen vida social”, entre otros. Con estas creencias, puede generar una transformación de la percepción propia y también de los de nuestro alrededor, llevando al grupo a realizar prejuicios.
Los estereotipos simplifican la realidad por medio de categorizaciones de la población, ya que la pueden dividir en grupos como hombres y mujeres, niños y adultos, rico y pobres; y establecer funciones y responsabilidades correspondientes a su categorización.
De acuerdo con Nahum Montagud Rubio (2019), un prejuicio es “una idea u opinión preconcebida (y generalmente negativa) respecto de algo o alguien, es decir, un juicio formado antes de tener la oportunidad de experimentar la realidad directamente”. Por ejemplo, basados en un estereotipo de género en el que las mujeres no son lo suficientemente capaces y un estereotipo racial en el que la población indígena no es suficientemente inteligente, en Guatemala existe y se normalizan los prejuicios que limitan a las mujeres indígenas a participar en decisiones y actividades socioeconómicas y políticas; cerrando puertas educativas y laborales hacia este grupo. (ONU Mujeres, 2024).
A su vez, la teoría del etiquetado, que se desarrolló en las décadas de 1960 y 1970, dice que algo no es malo por sí mismo, sino que se vuelve "malo" porque la sociedad lo llama así. Esta teoría muestra cómo las etiquetas que ponemos a las personas o a sus acciones pueden afectar cómo se ven a sí mismas y cómo se comportan. Eso puede hacer que se mantengan los estereotipos y los prejuicios.
El autoconcepto se refiere a la percepción que una persona tiene de sí misma, incluyendo sus atributos, habilidades y valores. Este concepto es esencial para la formación de la identidad personal y se desarrolla a lo largo de la vida a través de experiencias y relaciones sociales. Un ejemplo del autoconcepto puede ser: estudiar mucho para un examen parcial y no sacar una buena calificación: soy una tonta (experiencia personal) y un amigo dijo que era una inútil porque ni para estudiar sirvo (relaciones sociales), por lo que la combinación de ambos ya genera y suma estas características sobre mí, que no solamente yo las percibí, sino que también mi grupo de amigos lo notaron y opinaron al respecto.
El autoconcepto es cambiante y no es siempre estable, siguiendo el mismo ejemplo: la semana siguiente del parcial tuve un examen sorpresa sobre los mismos temas y saqué la nota máxima sin haber estudiado, lo que genera una percepción en la que soy muy inteligente y ya soy una experta en los temas. Con este pensamiento y percepción sobre mí misma, mi autoconcepto cambió radicalmente a uno más amable y cómodo de aceptar, considerando también que los tiempos de exámenes son periodos bastante estresantes e inquietantes para todos.
Con todos estos términos, surge también el concepto de identidad social, que establece el autoconcepto en relación con los grupos de pertenencia. Es decir, qué roles cumplimos y cómo somos percibidos por los demás y su influencia sobre el autoconcepto. Es importante mencionar que la teoría de la identidad social, propuesta por Henri Tajfel y John Turner en la década de 1970, sugiere que una parte significativa del autoconcepto proviene de la pertenencia a grupos sociales y de la valoración emocional de dicha pertenencia.
Para comprender toda esta teoría es esencial ejemplificar en un mismo contexto social:
En los años 80s cuando se registraban los primeros casos de VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), había mucha desinformación sobre esta enfermedad y a la vez se generaban muchos estereotipos y prejuicios.
Estereotipo: Solo los hombres homosexuales tienen VIH.
Realidad: De acuerdo con Rachel Nall (2022), en 1983 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos describen grupos con mayor riesgo de contraer el virus:
Prejuicio: Les negaron el tratamiento a las personas con VIH.
Acción: En 1983, el Dr. Joseph Sonnabend, de Nueva York, fue amenazado con ser desalojado por tratar a personas con VIH, lo que dio lugar a la primera demanda por discriminación en relación con el SIDA. (Nall, R. 2022).
Debido a las distintas críticas hacia personas con el virus, entre ellas ser llamados "peligrosos", "culpables", o "menos valiosos"; se puede crear un autoconcepto de "soy alguien que da miedo y asco", "nadie va a querer estar cerca de mí" o "no merezco ser tratado bien".
Y con ello, afecta a la identidad social debido a la exclusión (problemas para socializar pensando que su única característica es tener VIH), pérdida de roles sociales (creerse incapaz de cumplir con sus roles como ser una buena pareja amorosa y sexual) y a la vez, nuevo sentido de pertenencia en grupos de apoyo para personas con el virus.
En resumen, el autoconcepto es el resultado de nuestras experiencias personales y de cómo la sociedad nos percibe. Es constantemente cambiante y se ve influido por los estereotipos y prejuicios que existen en nuestro entorno. Estos elementos no solo afectan cómo nos vemos a nosotros mismos, sino también cómo interactuamos con los demás y qué lugar ocupamos dentro de un grupo. La identidad social surge de esta interacción entre lo individual y lo colectivo, ya que nos definimos en parte por los grupos a los que pertenecemos y cómo esos grupos son valorados por la sociedad.
Comprender estos conceptos nos permite identificar cómo se construyen nuestras creencias, actitudes y comportamientos, y cómo podemos trabajar para romper con estigmas que dañan tanto al individuo como al colectivo. Solo al cuestionar los estereotipos y prejuicios que damos por normales, podemos construir una sociedad más justa, empática e inclusiva.
Referencias Bibliográficas
Nall, R. (2022). Historia del VIH y el SIDA: 1981-2021, estadísticas y más. Recuperado el 8 de abril de 2025 de https://www.healthline.com/health/es/historia-del-sida-y-vih
ONU Mujeres. (2024). #ParidadYa: la oportunidad de Guatemala para avanzar hacia la paridad, alternancia e inclusión de pueblos indígenas. Recuperado el 8 de abril de 2025 de https://lac.unwomen.org/es/stories/noticia/2024/07/paridadya-la-oportunidad-de-guatemala-para-avanzar-hacia-la-paridad-alternancia-e-inclusion-de-pueblos-indigenas
Rubio, N. (2019). ¿Qué es un prejuicio? Teorías que lo explican, y ejemplos. Recuperado el 8 de abril de 2025 de https://psicologiaymente.com/social/prejuicio
Triglia, A. (2018). ¿Qué son los estereotipos? 4 maneras en las que nos afectan. Recuperado el 8 de abril de 2025 de https://psicologiaymente.com/social/estereotipos